El Congreso abordó la semana pasada el polémico impuesto de sucesiones y donaciones, que grava las herencias de forma diferente según las comunidades autónomas, ya que se trata de un gravamen transferido, y que abre un escenario político que incluso llega a acercar a PP, PSOE y Ciudadanos.
En algunos territorios como Andalucía, Aragón o Murcia estas tres formaciones han acordado reducir este impuesto o bonificarlo, en algunos casos al 100 %.
De hecho las Cortes de Aragón acaban de aprobar con los apoyos del PP, PSOE, PAR y Ciudadanos, modificar este impuesto para elevar el límite exento de pago desde los 150.000 a los 500.000 euros por persona, sin considerar el patrimonio preexistente como ocurría hasta ahora.